De Nahún sabemos que nació en Elcas,
pero Elcas no sabemos dónde cae. Aunque la introducción al libro no trae fechas,
el contenido nos orienta con aproximación.
Asurbanipal, el que nos legó la
mejor biblioteca del antiguo Oriente, fue el último rey importante del Imperio
Asirio (668-627). Durante su reinado queda decidida la suerte del gran Imperio
opresor de naciones, «el león que hacía presas». Él pudo reconquistar Babilonia,
derrotando a su hermano, que se rebeló al frente de una gran coalición; pero no
pudo vencer al faraón Psamético.
Suceden a Asurbanipal tres monarcas
débiles, mientras el péndulo del poder oscila de nuevo hacia el sur, donde
Nabopolasar funda el nuevo Imperio Babilónico (626). Nabopolasar, aliado con Ciaxares,
rey de los medos, conquista al asalto la ciudad de Nínive (612). Es una fecha
grande y terrible de la historia universal la que canta Nahún. Desaparece Asiria,
retorna Babilonia y se anuncia una tercera potencia: Media.
Se discute si Nahún proclamó su
profecía después de la caída de Nínive o cuando la decadencia de Asiria era
patente. Muchos rasgos descriptivos de la conquista valen para muchas ciudades;
el de las "esclusas" (suponiendo que la traducción es correcta) es
propio de Nínive, pero era conocido antes. Los festejos de 2,1.3 sugieren que
el hecho ya ha sucedido.
Describiendo con exaltada pasión la
caída del Imperio temido y odiado, Nahún canta también al Señor de la historia,
que hace sonar su hora a los Imperios. Le hora de rendir cuentas de agresiones
contumaces e incorregibles, la hora de liberar a las víctimas castigando según
justicia a los verdugos.
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