viernes, 1 de agosto de 2014
NAHÚN. CAPÍTULO TERCERO.
Ciudad sanguinaria (Ez 22)
3 1¡Ay de la ciudad sanguinaria
y traidora,
repleta de rapiñas, insaciable de despojos!
2Escuchad: látigos, estrépito de ruedas,
repleta de rapiñas, insaciable de despojos!
2Escuchad: látigos, estrépito de ruedas,
caballos al galope, carros rebotando,
3jinetes al asalto, llamear de espadas,
relampagueo de lanzas, multitud de heridos,
masas de cadáveres, cadáveres sin fin,
3jinetes al asalto, llamear de espadas,
relampagueo de lanzas, multitud de heridos,
masas de cadáveres, cadáveres sin fin,
se tropieza en cadáveres.
4Por las muchas fornicaciones de la
prostituta,
tan hermosa y hechicera,
tan hermosa y hechicera,
que vendía pueblos con sus fornicaciones
y tribus con sus hechicerías;
y tribus con sus hechicerías;
5¡aquí estoy yo contra ti!
-oráculo del Señor de los ejércitos-.
Te levantaré hasta la cara las faldas,
enseñando tu desnudez a los pueblos,
tu afrenta a los reyes.
Te levantaré hasta la cara las faldas,
enseñando tu desnudez a los pueblos,
tu afrenta a los reyes.
6Te arrojaré basura encima
y te expondré a la pública vergüenza.
7Los que te vean se apartarán de ti
diciendo:
Desolada está Nínive,
¿quién la compadecerá?
¿quién la compadecerá?
¿Dónde encontrar quien la consuele?
Tú como ella
8¿Eres tú mejor que No-Amón,
señora del Nilo, rodeada de aguas?
señora del Nilo, rodeada de aguas?
Su fortaleza era el mar, las aguas
su muralla,
9incontables nubios, egipcios sin número,
libios y nubios eran sus defensores.
9incontables nubios, egipcios sin número,
libios y nubios eran sus defensores.
10También ella fue al destierro,
marchó prisionera,
marchó prisionera,
sus hijos fueron estrellados
en las encrucijadas,
en las encrucijadas,
se rifaron a los nobles
y encadenaron a los notables.
11También tú te embriagarás y te
esconderás,
también tú buscarás asilo
también tú buscarás asilo
lejos del enemigo.
12Tus plazas fuertes son higueras
cargadas de brevas,
cargadas de brevas,
al sacudirlas caen en la boca que las
come.
13Mira, tus soldados se han vuelto
mujeres frente al enemigo;
mujeres frente al enemigo;
abiertas están las puertas de tu territorio
y el fuego ha consumido los cerrojos.
y el fuego ha consumido los cerrojos.
No hay remedio
14Haz acopio de agua para el
asedio,
fortifica las defensas,
fortifica las defensas,
pisa lodo, aplasta arcilla, métela
en el molde:
15que el fuego te consumirá,
15que el fuego te consumirá,
como devora la langosta,
y la espada te aniquilará:
Aunque te multipliques como la langosta,
te multipliques como los saltamontes,
te multipliques como los saltamontes,
16la langosta muda la piel y vuela;
aunque sean tus buhoneros
más que las estrellas del cielo,
17tus capitanes como langostas,
tus jefes como insectos,
17tus capitanes como langostas,
tus jefes como insectos,
posadas en la tapia durante el frío,
al brillar el sol se marchan sin
dejar huella.
18Tus pastores, rey de Asiria, se han dormido
y tus capitanes se han tumbado,
18Tus pastores, rey de Asiria, se han dormido
y tus capitanes se han tumbado,
la tropa está dispersa por los
montes
y no hay quien la reúna.
19No hay remedio para tu fractura,
tu herida es incurable.
tu herida es incurable.
Los que oyen noticias tuyas palmotean,
pues ¿sobre quién no descargó
pues ¿sobre quién no descargó
tu perpetua maldad?
Explicación.
3,2-3 La fuerza excepcional de
estos versos reside en el uso alucinante de sustantivos, que conjuran sonidos,
visiones fugaces, presencias obsesivas; los participios presentan acciones
escuetas. Todo es anónimo, no individual. Se añaden los abundantes efectos sonoros.
3,4 Nínive ha empleado también los recursos
de la seducción, el atractivo de sus valores, para comprar y someter a su dominio
pueblos incautos. Vende encantos, prostituyéndose, compra pueblos, corrompiéndolos
(Is 47,9).
3,5 Dios expone a la seductora a la
pública vergüenza: Is 47,2s; Jr 13,22.26; Ez 16,36s; Os 2,5.12. Es el fracaso
final del imperialismo en el escenario universal.
3,7 Nadie la compadece porque no lo
merece.
3,8 No-Amón era una ciudad egipcia
rodeada o flanqueada de ríos o canales, que las tropas asirias conquistaron
hacia el 667. Por su situación parecía inexpugnable y, sin embargo, hubo de
rendirse a Asurbanipal. Ahora -ironía de la historia- se vuelven las tornas. El
Nilo está visto en sus múltiples brazos y en el caudal de agua que lo asemeja a
un mar.
3,9 Tropas mercenarias de
territorios sometidos.
3,10 La matanza de niños diezma la población
futura. Los nobles, como botín de guerra, para servicios especiales de esclavos.
3,11 La borrachera puede aludir a
la copa que se administra al condenado: Jr 25,15; Lam 4,21.
3,12 Madura para la conquista, como
Is 28,4.
3,13 Comparación tópica: Is 19,16;
Jr 49, 22; 50,37; 51,30. "Cerrojos" pueden ser las plazas fuertes
estratégicas.
3,14-17 El poeta da suelta a una
invasión de saltamontes y langosta con diversas funciones. Son en primer lugar
imagen del incendio múltiple y devorador. Son después la multitud de defensores
y agentes, huidizos y mudables al cambiar la situación. Compárese con Jl 2.
3,14 Empieza con acumulación de
imperativos. El último se podría traducir "agarra la adobera". Con
los adobes se construye rápidamente una barrera defensiva.
3,16-17 Podemos suponer que los
buhoneros vendían su mercancía practicando un modesto mercado internacional. Nada
les cuesta cambiar su lealtad siguiendo su interés privado. "Jefes" puede
referirse a notarios y administradores imperiales. Con la imagen de la langosta
se funde la de las estrellas, que desaparecen al salir el sol.
3,18 Puede ser el sueño de la inacción,
que anticipa la muerte, o el sueño mortal de los caídos en la defensa: Is 14,18;
Jr 51,39.57.
3,19 El coro de naciones sometidas rompe
en un formidable aplauso por la derrota, que es liberación. Y al cerrarse el
poema sigue resonando una pregunta, tantas veces repetible y repetida en la
historia.
NAHÚN. CAPÍTULO SEGUNDO.
Fiesta en Jerusalén (Is 52,7-10)
2 1Mirad sobre los montes los
pies
del heraldo que pregona la paz;
«Festeja tu fiesta, Judá, cumple tus
votos,
que el Criminal no volverá a atravesarte
porque ha sido aniquilado»;
que el Criminal no volverá a atravesarte
porque ha sido aniquilado»;
3porque el Señor restaura
la gloria de Jacob, la gloria de
Israel,
a quien habían asaltado salteadores,
destruyendo sus sarmientos.
a quien habían asaltado salteadores,
destruyendo sus sarmientos.
Asalto y conquista de Nínive (Is 14,24-27)
2Que te asaltan los arietes y se estrecha
el cerco:
vigila los accesos,
vigila los accesos,
apréstate y redobla tus fuerzas.
4EI escudo de la tropa está rojo
y los soldados visten de púrpura,
es un ascua el revestimiento
es un ascua el revestimiento
de los carros en formación,
5Los jinetes vertiginosos,
los carros enloquecidos
se lanzan por calles y callejas
revolviéndose como teas o relámpagos.
revolviéndose como teas o relámpagos.
6Pasa revista a sus capitanes
que tropiezan en sus recorridos,
se apresuran hacia las murallas
y se asegura la barrera.
se apresuran hacia las murallas
y se asegura la barrera.
7Se abren las esclusas de los ríos
y el palacio se derrumba;
y el palacio se derrumba;
8hacen formar y salir a los cautivos,
conducen a las esclavas,
conducen a las esclavas,
que se golpean el pecho
gimiendo como palomas.
9Nínive es una alberca cuyas aguas
se escapan:
¡Deteneos, deteneos!, pero nadie se vuelve.
¡Deteneos, deteneos!, pero nadie se vuelve.
10Saquead plata, saquead oro,
el ajuar es inacabable,
el ajuar es inacabable,
qué abundancia de toda clase
de ajuares preciosos.
de ajuares preciosos.
11iDestrucción, desolación,
devastación!
El temple se funde, vacilan las
rodillas,
se doblan los ijares, el rostro pierde
el color.
12¿Dónde está el cubil de leones,
12¿Dónde está el cubil de leones,
el pastizal de los cachorros;
adónde iban sin asustarse
el león con la leona y sus crías?
13Elleón que hacía presas
13Elleón que hacía presas
para sus cachorros
y despedazaba para sus leonas,
su cueva se llenaba de víctimas,
su guarida de despojos.
14¡Aquí estoy yo contra ti!
su cueva se llenaba de víctimas,
su guarida de despojos.
14¡Aquí estoy yo contra ti!
-oráculo del Señor de los ejércitos-.
Arderán humeando tus carros
Arderán humeando tus carros
y la espada devorará tus cachorros,
extirparé de la tierra tus presas
extirparé de la tierra tus presas
y no volverá a sonar
la voz de tus pregoneros.
Explicación.
2,1-3 Como consecuencia de lo anterior,
el profeta invita a festejar la liberación. El comienzo se parece a Is 52,7.9. La
fiesta hag puede incluir una romería a la capital para cumplir los votos
pronunciados durante la tribulación (Sal 65,2). El profeta considera el hecho
ya sucedido: puede ser el hundimiento final o la decadencia irremediable.
La restauración se propone en la imagen
clásica de la viña: la habían despojado salteadores sin llegar a destruirla; ahora
el Señor le devuelve su esplendor vegetal: Sal 80,9-16. El paralelismo Jacob -
Israel parece sugerir que ahora Judá lleva el nombre emblemático del pueblo
escogido.
2,2 Es claro que este verso
pertenece al asedio y asalto de Nínive. Aquí se enciende la fantasía poética del
autor, que nos hace presenciar imaginativamente algo del espectáculo; mezclando
rasgos visuales a rasgos auditivos, con abundantes efectos sonoros, hablando él
y dejando hablar a sus personajes, distante en la descripción y metido lírica o
retóricamente en la escena. La descripción no es ordenada y sistemática, sino
más bien impresionista. El poeta ha logrado captar y trasmitir la agitación del
acontecimiento.
Creo que la "maza" que golpea
en un asedio es el ariete. Algunos cambian las vocales de pny para leer "almenas",
que hace buen sentido para el asedio, pero no para los arietes.
2,4-5 Magnífica descripción de color
en movimiento. "Revestimiento" es dudoso; algunos enmiendan y leen antorchas.
2,6 La mirada se traslada al campo
de los defensores. "Tropiezan" por la prisa.
2,7 Según una antigua tradición, trasmitida
por Diodoro Sículo, los atacantes desviaron una corriente y la hicieron penetrar
en la ciudad, de modo que socavase la muralla de tierra apisonada.
2,8 Texto dudoso. Puede referirse al
personal de palacio.
2,9 Dos versos estupendos captan el
pánico de la desbandada, el intento inútil por contenerla.
2,11 Véanse Is 13,8; 24,17; Sof 1,15.
2,12-13 La imagen conjura la
ferocidad y codicia de los asirios; sus riquezas son fruto de expoliación
violenta.
2,14 Por encima del espectáculo militar
se alza la figura desafiante del Señor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)